receta:
Puré de patatas


Puré de patatas
- 4 Personas
- 40 minutos
- Fácil
- Apta para todos
El puré de patatas casero es una receta cocinada con patatas bien cocidas y trituradas.
¿Quieres que tu puré quede, además de nutritivo, también sabroso?
… entonces te conviene seguir estos pasos
- 1 Kilo de patatas para cocer
- 2 Litros de agua
- 70 mg de Mantequilla (ver curiosidades)
- 100 ml de Leche
- Sal
El primer punto es elegir bien el tipo de patata: Las ideales son “especiales para cocer“.
Cuando ya tengas listas las patatas sobre la mesa de tu cocina, hay hervirlas el agua y cocerlas sin pelar durante 30 minutos.
¿Cómo sabrás si tus patatas están ya cocidas?
Coge un cuchillo y pincha en la patata. Si al sacar el cuchillo se te queda patata en él es porque todavía no están bien cocidas. Cuando pinches el cuchillo y al sacarlo quede limpio, ya estarán listas para sacarlas del cazo. Retíralas del fuego y escúrrelas para que no les quede agua.
Ahora ya puedes retirar la piel de las patatas y ponerlas en un bol.
Hay que reconocer que para triturar patatas el mejor utensilio es el pasapuré (es más fácil de usar y terminarás mucho antes). Pero si no lo has comprado aún te queda la opción dos, toma un tenedor y tritúralas hasta que se forme una masa. ¡Procura que no queden trozos sin triturar!.
Cuando ya tengas el puré de patatas bien triturado, añádele un poco de sal y un poco de pimienta negra, que no solo le dará un buen sabor, sino que además, le dará un toque de color.
Aunque el puré de patatas siempre ha parecido una receta fácil de preparar, no siempre habrás conseguido que tu plato tenga el mejor sabor y la mejor textura. ¿Qué puedes hacer?
Descúbrelo pinchando en Curiosidades.
Cómo acompañar un buen puré de patatas cremoso:
El puré de patatas es ideal como acompañante para todo tipo de platos, es un plato seguro, sobre todo si lo que vamos a presentar es carne o pescado.
La mejor manera de servirlo es añadiendo un poco en el plato con el que lo queremos acompañar, pudiendo añadirle encima del puré una hojita de perejil, por ejemplo.
Te recomendamos que a la hora de servir el puré de patatas, lo hagas cuando está caliente, para que nos quede delicioso, y para que mantenga la textura cremosa que queremos.
Si te ha sobrado no te preocupes, guarda lo que te ha sobrado en la nevera, y cuando quieras consumirlo solo tienes que añadirle un poco de leche y calentarlo. Volverá a quedar con esa textura cremosa que tenía al principio de su preparación.
Pero si quieres que tu puré de patatas cobre protagonismo, lo que tienes que hacer es coger un bol pequeño y poner tu puré en él, y presentárselo a tus comensales junto al plato principal.
¿Te animas a cocinarlo?
Presta mucha atención al siguiente truco para que salga más cremoso:
Cuando nuestro puré de patatas esté aún caliente, añádele 70 miligramos de mantequilla. Luego calienta 100 mililitros de leche y se la añades también.
De esta manera conseguirás que el puré de patatas tenga un sabor irresistible.
El puré de patatas es ideal para tus niños pequeños si aún no mastican bien.
Si sufres problemas de estómago, el puré forma parte de una dieta blanda.
Cuando te encuentres mal y no te apetezca mucho comer, con esta receta conseguirás un plato que además de ser sano, también estará para chuparse los dedos.
¿A que no sabías que la patata es el alimento perfecto cuando sufrimos gastroenteritis o Helicobácter?
Los hidratos de carbono que contiene la patata nos dan la energía que necesitamos para el día a día y al cocerla facilita la digestión.
Pero no hace falta que esperemos a estar enfermos para poder cocinar este rico alimento, la patata contiene vitamina C, vitamina B, ácido fólico y minerales como el magnesio. Es rico en hierro y una gran fuente de potasio.
En palabras de Frank McCourt:
„Shakespeare es como el puré de patatas, no cansa nunca”